La Vie sans l´Air

Cándida Standwick, La vie sans l´Air es la tercera entrega de Cándida Standwick. Utilizo el mismo «escenario» de  las dos anteriores ( The Cabinet of Cándida Standwick y Cándida Standwick la ceguera de Toni), el elón de fondo de la cacería del ciervo en el paisaje helado que da paso a la tramoya -casa y ésta da lugar a la tercera escena. Si bien en la primera se descubrían por primera vez a los personajes e Cándida y Toni y en la segunda Toni se independizaba de su creadora y seguía a su curiosidad materializada en ese ojo  de vouyer curioso que se transforma en mariposas a las que irremediablemente quiere seguir. En la tercera entrega vemos como Cándida intenta controlar ese impulso de su alterego y le intenta arrancar el ojo «dañado».

Para esta exposición realizada en la galería Marisa Marimón hay además una instalación hecha a medida para el espacio de los escaparates. La idea de las vitrinas que muestran y separan a la vez, que también utilizo en Cándida Standwick. La Casita Roja posteriormente.

En esta pieza , que sería la secuencia que da título a toda la exposición y la última. juego con la figura y el fondo. La casita roja se convierte en un pequeño cofre, en el corazón de Cándida y las paredes de la casa funcionan como un enorme paisaje que envuelve la casita y que da la sensación de ese tiempo interior que se ralentiza, esa falta de oxígeno. Cándida no respira, el tiempo parece detenerse, porque los procesos de transformación son lentos, como la fermentación a la que Pasteur en un principio llamó la vie sans l´air. Como siempre, ya no hay marcha atrás. De las ventanas de la casa-corazón sale esa esencia transformada, una repetición de ese ojo que se transforma en mariposa, la mariposa que sale de una oruga, un proceso de transformación dentro de otro proceso de transformación. Un personaje , dentro de otro personaje. Las paredes de la casa hechas exterior, paisaje, la casa hecha interior, corazón de Cándida. Tiempo de espera. Cándida tendida como una Ofelia en secuencia. La casa roja dentro de ella y ella dentro de la casa en abismo hasta el infinito, como la botella de klein.