Cándida Standwick. La casita roja

Serie de cinco piezas con tirada de cinco ejemplares cada una.

Creada para la exposición en la galería Lillyput de la librería Versus de Vigo. Era un concepto expositivo que ponía como condición que todas las piezas expuestas debían de entrar en una vitrina de cristal de 40x40x160cms.

Ese formato me recordaba a las figuras de cristal que se suelen mostrar en ese tipo de vitrinas, como pequeñas joyas brillantes que puedes observar, pero no puedes tocar. A partir de ese concepto creo  las piezas. Dos que se crean con luz, algo que puedes ver y no puedes tocar y otra más que es la casa visor, una casa transparente encastrada en un prisma que, como otra realidad que asoma es un cielo lleno de mariposas. La casa funciona como una claraboya, una puerta cerrada al otro lado del espejo de Alicia. El espectador puede asomarse a través de ella a ese otro mundo, pero no puede acceder a él. De la misma forma las dos piezas de luz sólo existen cuando funciona ésta. De no haberla la pieza se ve totalmente transformada, sin color rojo y el estampado es apenas perceptible. Ambas piezas, como el visor, muestran escenas que pasan en su interior, que podemos ver, pero a las que no podemos acceder.

 

En el caso de la casa geoda, esa otra realidad no es visible . La casa es simple y gris en su exterior. Sólo al abrirla descubrimos la realidad interior, una realidad que ha crecido fuera del alcance de la vista de curiosos. El interior de la casa ha cristalizado en forma de casitas. Una vida interior que crece paralelamente a la línea de tiempo del exterior. Un mundo dentro de otro mundo.

 

 

 

La pieza de las casas de metacrilato vuelve a ser una fachada transparente que en teoría debería dejar ver lo que ocurre en  el interior de la casa y una vez más impide el acceso al mismo. Pero además, esta vez, las piezas casa de metacrilato funcionan como una lente que distorsiona la apariencia de lo que ocurre detrás de ella.

 

Son las cinco, en definitiva una reflexión, sobre el concepto de lo que se oculta y lo que se muestra, lo que se imposta y la realidad. La idea de casa, de fachada como barrera o como ventana que comunica, que distorsiona o que esconde interior y exterior como una metáfora de nuestra identidad.